Las colonoscopias son intervenciones médicas mucho más habituales de lo que nos imaginamos, ya que se pueden llevar a cabo directamente en una sala de consultoría de cualquier centro médico, y no requieren de la sedación general de los pacientes.
El propósito principal de una colonoscopia es el de realizar un examen clínico en el que se visualice la parte interior del colon que forma parte del intestino grueso y el recto para poder ya sea analizar o extraer muestras de tejido de estos aparatos, con la finalidad de detectar enfermedades como la colitis ulcerativa o algunas infecciones o pólipos dentro del colon.
De este modo, es muy fácil que surjan dudas a todos aquellos que deben de acudir a su centro médico para que se les haga una colonoscopia, ya que es cierto que 24 horas previamente a la realización de esta prueba se pedirá al paciente que lleve a cabo una dieta exclusivamente líquida de caldos, agua, zumos, infusiones y bebidas isotónicas, evitando así consumir cualquier tipo de comida sólida que pueda entorpecer en el examen del colon.
La colonoscopia es un examen clínico en el que se visualice la parte interior del colon, que forma parte del intestino grueso, y el recto para poder ya sea analizar o extraer muestras de tejido de estos aparatos.
Esto explica que puedan aparecer algunas otras preguntas en los pacientes respecto a qué tipo de alimentación puede llevarse después de la colonoscopia y qué se puede y no comer. Si tú también cuentas con algunas de estas dudas, no pasa nada, porque en este artículo hemos venido a explicarte el proceso posterior a la colonoscopia para qué conozcas las indicaciones más adecuadas con las que evitarás sentir molestias o incomodidades tras esta intervención médica.
¿Después de una colonoscopia se puede comer?
Lo primero que hay que saber respecto a esta pregunta es que a todos los pacientes se les ofrecen una hoja de recomendaciones tras la endoscopia en la que se explica el procedimiento que deberá seguir en función a cómo haya ido la intervención.
Esto significa que, en algunos casos, se le pedirá al paciente que espere antes de la ingesta de ciertos alimentos mientras que, en otros, si el procedimiento ha cumplido los estándares el paciente podrá volver a retomar una dieta varias horas después de la prueba.
Para ello, lo primero es atender a las indicaciones de los médicos en función a nuestro proceso, ya que cada uno de ellos será totalmente personal, sin embargo, las indicaciones generales afirman que es posible empezar a retomar una dieta ligera tras la prueba.
Esto implica que, de una forma similar a las recomendaciones previas a la realización de la colonoscopia, el paciente podrá tomar líquidos aproximadamente 2 horas después de la intervención y pasadas unas cuantas horas más podrá seguir con la ingesta de alimentos sencillos como cremas caldos y sopas; sin excederse en la consumición de alimentos sólidos y evitando todo lo posible la fibra.
¿Cuándo se puede comer después de una colonoscopia?
Cómo acabamos de comentar, el cuándo dependerá en gran medida del resultado del procedimiento. Según la cantidad de anestesia que se le hayan suministrado al paciente, la duración de la prueba y el propósito, este tendrá mayor o menor sensibilidad en la zona del intestino y, por tanto, deberá de respetar más o menos horas antes de volver a ingerir ningún tipo de alimento.
Lo más importante es saber que se puede volver a comer tras la colonoscopia pasadas al menos un par de horas, pero, de nuevo, estos alimentos solo podrán ser líquidos y un poco después ya será posible retomarse la ingesta de alimentos ligeros.
Se puede volver a comer tras la colonoscopia pasadas al menos un par de horas.
Esto es porque después de la realización del examen, el intestino puede llegar a tardar alrededor de 3 a 5 días para volver a habituarse a su estado normal y, por eso, es muy posible que el paciente pueda sentir un poco de incomodidad en el abdomen, así como hinchazón en el estómago.
¿Qué se puede comer después de una colonoscopia?
Aunque la recomendación más importante es la de evitar ingerir alimentos irritantes y altos en grasa y en fibra, es cierto que existen algunas recomendaciones genéricas respecto a los mejores desayunos, comidas, bebidas y cenas que podemos tener en cuenta para antes y después de la colonoscopia.
Para desayunar las mejores bebidas y alimentos serán las infusiones, los tés y los cafés bajos en azúcar, acompañados de tostadas de pan blanco. También se puede consumir huevos cocidos o gelatinas de frutas.
A la hora de comer y cenar, los primeros días será adecuado que nos limitemos a tomar sopas de caldos con pastas pequeñas o tapiocas, o también alguna crema de arroz o de verduras. Al día siguiente o un par de días más tarde, en función a cómo nos encontremos y a las indicaciones de nuestros médicos, podremos optar por tomar carnes de ave asadas o cocidas que tengan poca grasa como el jamón cocido, el pavo o el pollo.
Asimismo, podemos preparar una fina sémola o un cuscús, además de un arroz blanco cocido sin ningún tipo de acompañamiento.
En cuanto a los postres, las natillas y los yogures naturales son la opción más recomendada, aunque también podemos llegar a comer algunos bizcochos mientras que no contengan ninguna traza de frutos secos, o galletas secas y mantequillas.
A la hora de beber, lo mejor que podemos tomar será agua sin gas o alguna infusión ligera de hierbas. Lo más importante es evitar consumir leche hasta que sintamos que nuestro estómago está totalmente asentado, ya que la leche es uno de las bebidas más indigestas tras una operación cómo esta.
¿Qué no se debe comer después de una colonoscopia?
Una vez entendido cuáles son los alimentos más recomendables para ingerir tras este procedimiento médico, también resulta muy importante que conozcamos cuáles son aquellos alimentos que debemos evitar a toda costa, ya que pasadas estas primeras 24 horas tras la intervención, lo más habitual es seguir todavía con molestias en la zona abdominal e incluso tener cierto malestar.
Por este motivo, existen alimentos de fácil digestión y otros que exigen mucho más esfuerzo y trabajo por parte de nuestro aparato digestivo, y son precisamente estos los que no debemos consumir bajo ninguna circunstancia hasta pasada al menos una semana, fecha en la que el colon y el aparato digestivo ya debe haberse recuperado por completo.
Debemos evitar los siguientes alimentos para no sufrir de gases tras esta intervención, pues estos podrán llegar a irritar todavía más el intestino y esto solo perjudica al paciente, retrasando su recuperación.
Alimentos como el repollo, el brócoli, los frijoles, las lentejas, los dulces, los huevos, la col, los mariscos y los refrescos son los menos recomendados para ingerir tras una colonoscopia, pues todos ellos son bastante indigestos y pueden llegar a producir gases. Lo malo de tener gases tras esta intervención es que podrán llegar a irritar todavía más el intestino y esto solo perjudica al paciente, retrasando su recuperación.
Alimentos que ayudan a la eliminación de gases después de una colonoscopia
Si tenemos la mala suerte de sufrir gases tras la intervención de la colonoscopia no hay que preocuparse ya que es algo totalmente normal, pero puede llegar a ser muy molesto.
Por ello existen numerosos alimentos que cumplen la función de calmar la zona y ayudarnos a reducir las flatulencias. Te dejamos algunos de los más habituales a continuación:
- El jengibre es uno de los alimentos con mayor capacidad de estimulación digestiva y pancreática, por lo que puede ser especialmente útil para eliminar los gases.
- Las ciruelas son algunas de las frutas que ayudan en nuestra digestión gracias a sus enzimas, así que también pueden resultar muy beneficiosas para deshacernos de las molestias abdominales.
- El vinagre de manzana es especialmente beneficioso para equilibrar nuestra microbiota intestinal, pues ayuda a mejorar la secreción gástrica y a formar más ácido clorhídrico dentro de nuestro estómago, lo que puede eliminar por completo los malestares en el intestino.
- La escarola facilita la digestión y por tanto ayuda a la eliminación de las flatulencias indeseadas.
- La papaya es otra fruta con enzimas digestivas que puede auxiliarnos en el proceso de digestión y eliminar los dolores de estómago.
- La menta se considera un gran equilibrante de los jugos gástricos de nuestro estómago y contribuye directamente a mejorar nuestro proceso digestivo.