El hígado graso es una patología que consiste en una acumulación indebida de grasa en este órgano que se da cuando sobrepasa el 5%. Las causas pueden ser variadas, o bien por un daño en las células hepáticas o por un consumo excesivo de alcohol por parte del paciente.
El tratamiento para esta dolencia es bastante escaso, ya que no hay en el mercado fármacos específicos para combatir la enfermedad. El punto positivo es que se puede mejorar la evolución de la enfermedad con algo tan accesible como la dieta, en la que las frutas pueden tener un papel fundamental.
Si tienes este problema o conoces a una persona cercana que lo padezca, debes prestar atención a este artículo. Aquí te mostraremos 11 frutas que son malas para el hígado graso que tendrás que evitar y 5 que van a ser muy buenas para mejorar esta condición.
11 frutas malas para el hígado graso
Estas son las 11 frutas malas para el hígado graso que debes eliminar por completo de tu dieta.
1 Las uvas
Las uvas pueden ser inocuas para las personas con hígado graso si se consumen en estado natural. Sin embargo, cuando se produce una fermentación pueden ser bastante dañinas y esto es algo que se debe evitar.
2 El limón
Lo cierto es que las frutas cítricas tienden a ser positivas para la salud del hígado, pero cuando el limón es demasiado intenso o está algo pasado puede ser ácido en exceso y generar problemas en este órgano. Ante la duda será mejor evitar su consumo.
3 La banana
La banana es una fruta muy completa que generalmente resulta muy positiva gracias a su valor nutritivo, sus vitaminas y minerales. Cuando esta madura bastante, lo que ocurre es que se vuelve muy dulce y acumula una gran cantidad de azúcar que está contraindicada para el hígado graso. Se puede consumir siempre que esté bastante verde.
4 El melón
El melón es una fruta muy fresca y agradable para la época de verano. Tiene una gran cantidad de agua y diferentes propiedades que son beneficiosas para la salud, por lo que comerlo cuando está en su estado natural es recomendable. Si esta fruta fermenta se debe evitar porque el hígado graso tendrá problemas con ella.
5 La toronja
La toronja tiene efectos muy similares en el cuerpo de las personas con hígado graso que el limón, por tanto, su consumo en general no está desaconsejado, pero cuando se encuentra en un estado demasiado ácido lo mejor es evitar la ingesta.
6 Las ciruelas
Las ciruelas son generalmente muy saludables, resultan positivas para la salud digestiva y poseen una gran cantidad de fibra y de agua. El problema se da, como en otros alimentos de la lista, por su facilidad de fermentación. Si se guardan ciruelas en la nevera cuyo aspecto indica que ya se han fermentado, se tendrá que evitar el consumo.
7 La mandarina
Las mandarinas son frutas muy agradables para consumir como postre, en zumos o de merienda a lo largo de todo el año. Las personas con hígado graso las pueden tomar con moderación, ya que sus niveles de acidez a menudo pueden ser negativos para su condición.
8 La pera
La pera es una fruta que proporciona interesantes beneficios para el sistema inmunológico, posee antioxidantes y es una importante fuente de minerales. En general, tomar esta fruta se considera algo positivo en cualquier dieta. Las personas con hígado graso tendrán que tener algo de cuidado con ella y con su estado de madurez, pues el problema surge cuando se pasa un poco y adquiere niveles de azúcar elevados.
9 Los higos
Los higos son frutas muy jugosas con un interior de textura gelatinosa que agrada a muchos comensales por su particular sabor. Parte de su encanto reside en su sabor dulzón, porque poseen una gran cantidad de azúcar de forma natural. Es por esto por lo que las personas con hígado graso deben evitar incluirlos en sus dietas.
10 La sandía
Con la sandía sucederá lo mismo que con otras frutas de la lista. Por lo general estaremos ante un alimento muy fresco, con una gran cantidad de agua en su composición y perfecto para la temporada de verano. Sin embargo, es de las que se torna especialmente dulce cuando madura y por ello se debe consumir con precauciones.
11 Las frutas con azúcar
En esta lista hemos mencionado una gran cantidad de frutas que se convierten en poco recomendables cuando maduran demasiado y acumulan azúcar. Por eso mismo, consumir cualquier tipo de fruta añadiendo azúcar de manera artificial estará totalmente prohibido para las personas que padecen de hígado graso. Se trata de una técnica muy común para comer este tipo de alimentos o para quitar el punto de acidez que tienen algunos de ellos.
5 frutas buenas para el hígado graso
Estas son 5 frutas buenas para el hígado graso que debes tratar de integrar en tus hábitos diarios si tienes esta enfermedad.
1 La manzana
La manzana tiene una cualidad muy beneficiosa para las personas con el hígado graso, y es que es capaz de reducir el nivel de azúcar en sangre. Además, es de los alimentos naturales que pueden ayudar a limpiar el hígado y si se consume la piel se pueden encontrar otros beneficios en su composición, pues va a ayudar a disolver la grasa del cuerpo.
2 Los cítricos
Los cítricos suelen tener muchas propiedades antioxidantes y altos niveles de vitamina C. A excepción de aquellos que pueden resultar demasiado ácidos, como norma general van a ser positivos para el hígado graso por favorecer su depuración y fortalecer las defensas.
3 La papaya
La papaya tiene una cantidad importante de antioxidantes y vitaminas muy positivas para el cuerpo, y es otra de las frutas que ayuda a controlar el colesterol. Se trata de un alimento indicado para las afecciones relacionadas con el hígado.
4 El aguacate
El aguacate suele tener una fama injusta por sus niveles de grasa, aunque esta es más saludable que la que se puede encontrar en otros muchos alimentos. Sus características hacen que sea un ingrediente recomendado para moderar el nivel de colesterol, reducir el azúcar en sangre y, en definitiva, buenos para las personas con hígado graso.
5 El kiwi
El consumo de kiwi va a ser fundamental para mejorar la situación del paciente, pues en su composición se encuentra el pirroloquinolinquinona (PQQ) en grandes cantidades, y es este antioxidante el que ayuda a frenar la evolución de la enfermedad del hígado graso.