Las neuropatías están entre las afecciones más dolorosas, molestas e incapacitantes que existen. Son enfermedades que afectan al sistema nervioso, tanto al central, como al periférico.
Ten en cuenta que se trata de patologías que afectan los nervios, es decir, los canales por donde fluye la información sensible.
Entre ellas, las neuralgias, aquellas neuropatías que afectan los nervios del cráneo, la cara y el cuello, están entre las más dolorosas. Lamentablemente, las neuralgias son las neuropatías más comunes.
Son causadas por alguna infección que afecte a los nervios que transcurren por la cabeza, o alguna irritación o compresión de los mismos por diversas causas.
Particularmente, la neuralgia del trigémino se ha calificado como la afectación que más dolor causa de todas las conocidas.
En este caso, el nervio afectado es el nervio trigémino, también conocido como V par craneal, al discurrir por ambos lados de la cara.
El trigémino es un nervio voluminoso relacionado con el control de los músculos de la masticación, teniendo, claro está, incidencia, también, en el habla y hasta en la respiración.
Cuando se ve afectado provoca episodios de dolor intenso, como golpes eléctricos, punzantes. Estos ocurren, casi siempre, en un lado de la cara, en un 60% dl lado derecho.
Para esta neuralgia existe tratamiento farmacológico y quirúrgico. Sin embargo, como en todo lo relacionado con tu salud, la dieta también es importante en su tratamiento, ya que hay alimentos que pueden agravar la afección.
Por tanto, pasemos revista a 9 alimentos que debes evitar consumir, si sufres de neuralgia del trigémino.
1. Alimentos con cafeína
Empecemos por decir que cuando hablamos de nutrición y salud nada es lineal, todo alimento aporta elementos positivos y puede acarrear efectos negativos.
Todo tiene un contexto, definido por la historia clínica de la persona, los hábitos, metabolismo, las cantidades y calidades, entre otros factores. Así que lo mejor es alcanzar un adecuado equilibrio en la dieta.
El café y otras infusiones ricas en cafeína son un buen ejemplo de esto, ya que, este alcaloide tiene beneficios y perjuicios para la salud.
Aunque es el café la bebida donde encontramos mayor concentración de cafeína, este compuesto está presente también en el té, las nueces de cola y en el cacao con el que fabricamos el chocolate.
Dependiendo de la cantidad y frecuencia con que consumamos estos productos, la cafeína puede ayudarnos al estimular la circulación sanguínea, despertar nuestra atención o incluso desaparecer un dolor de cabeza.
Sin embargo, en el caso de la neuralgia del trigémino, la cafeína ha sido reportada como contraproducente. Precisamente, por ser un disparador de los episodios neurálgicos al estimular la acción nerviosa y aumentar la presión arterial.
2. Alimentos picantes
Hoy en día, gracias al comercio global, tenemos acceso a una gran variedad de condimentos y especias picantes. Desde las guindillas, ajíes o chiles, pasando por la pimienta hasta el ajo y muchos otros.
Estos alimentos tienen efecto picante debido a que contienen sustancias la piperina, la allicina o la capsaicina.
No se trata propiamente de un sabor, más bien es una sensación, producto de la acción de estas sustancias sobre las terminaciones nerviosas receptoras del dolor.
De hecho, en general, el efecto de los picantes puede ser analgésico para diversas afecciones, como artritis reumatoide, psoriasis e, incluso, ciertas neuralgias, pero, no así para la neuralgia del trigémino.
El problema está en que las señales que recibe el cerebro son de picor y quemazón, y es aquí donde estos alimentos afectan negativamente a quienes sufren de neuralgia del trigémino.
El caso es que estos efectos irritantes tensan los músculos relacionados con la masticación y disparan los episodios neurálgicos.
3. Helados
Nada más rico que degustar un delicioso helado, sobre todo, los helados cremosos de leche.
Por otra parte, son nutritivos, aportando proteínas, vitaminas como las del complejo B y la vitamina A, al igual que minerales como el calcio, el fósforo, magnesio, sodio y potasio.
Además, provocan la liberación de serotonina, la llamada hormona de la felicidad, la cual, entre otras, cosas provoca sensación de saciedad.
Ahora bien, en lo que tiene que ver con la neuralgia del trigémino, el efecto del helado puede ser negativo debido a dos factores.
El principal de ellos es el efecto físico de la baja temperatura del helado, lo cual produce reacciones de contracción muscular en el área de la mandíbula. Esto, a su vez, presiona sobre el nervio trigémino y dispara los episodios neurálgicos.
Claro, este factor, te indica que todo alimento excesivamente frío será contraproducente para quienes sufren de neuralgia del trigémino. Por ejemplo, los frappés, granizados, smoothies y otros.
En segundo término, el excesivo consumo de helado puede conllevar a la elevación de la presión sanguínea, lo cual es un disparador de los episodios neurálgicos del nervio trigémino.
Esto puede suceder al combinarse la acción vasoconstrictora de la serotonina, con la elevación del colesterol malo o LDL, debido al alto contenido de grasas saturadas.
4. Grasas saturadas
En este caso, el efecto negativo en la neuralgia del trigémino pasa por el efecto que tienen estas grasas en el aumento del colesterol y sus consecuencias en la presión arterial.
La hipertensión y sus efectos agregados, son factores disparadores de los eventos de neuralgia del trigémino.
Son varios los estudios que demuestran que una dieta baja en grasas saturadas ayuda reducir los efectos de esta neuralgia.
De hecho, los estudios han demostrado que las dietas altas en grasas saturadas bloquean los mecanismos naturales para la reparación del nervio trigémino y otros nervios de la cara.
5. Alimentos azucarados
Aquí debemos hacer una precisión, ya que, no nos estamos refiriendo a los azúcares naturales contenidos en ciertos alimentos.
El problema se encuentra en los azúcares libres, procesados, que se añaden a los alimentos. Es decir, aquellos disacáridos y monosacáridos agregados, en muchos casos, en cantidades considerables por parte de las procesadoras y fabricantes de alimentos, así como por los cocineros.
El inconveniente está en que este exceso de azúcar procesada conlleva aumento de peso e hipertensión arterial.
Todo lo cual, además del peligro en sí que representa para la salud, también presiona para la ocurrencia de los episodios de neuralgia del trigémino. De igual forma, dificultan la reparación de los daños nerviosos.
6. Lácteos
En general, se ha determinado que los lácteos pueden producir cefaleas, sobre todo los quesos curados y fermentados. Incluido el ser factores disparadores de eventos de neuralgia del trigémino.
Además de los factores relacionados con su contribución al aumento del colesterol, lo cual ya comentamos es negativo para la neuralgia, el problema está en el contenido de histaminas.
Estas moléculas se derivan del aminoácido histidina, el cual es esencial para nuestro metabolismo.
La clave se encuentra en que un exceso de histaminas en la sangre tiene un efecto vasodilatador, lo cual incrementa los dolores de cabeza. Por otra parte, generan, también, cansancio y predisponen a reacciones alérgicas
7. Alimentos ácidos
Muchos alimentos ácidos son sumamente nutritivos, basta pensar en los cítricos y sus aportes de ácido ascórbico o vitamina C. Igualmente, otras frutas muy nutritivas y saludables tienen pH ácido, como la jaboticaba, la grosella, la acerola y la piña.
Otros ácidos son aderezos importantes en ciertas preparaciones, como el vinagre o ácido acético, en ensaladas y vinagretas.
Sin embargo, el asunto es que los ácidos, al igual que lo señalado para los picantes, activan los receptores relacionados con modulación y transmisión del dolor. Lo cual, a su vez, puede detonar los eventos neurálgicos.
Adicionalmente, frutos como los cítricos, también son ricos en histaminas, que, como ya te mencioné en el caso de los lácteos, están prohibidas para quienes padecen de neuralgia del trigémino.
8. Alimentos duros
En este caso el problema se produce por una condición física del alimento, concretamente, en la dureza del mismo.
Lo cual amerita un mayor esfuerzo de masticación, que, a su vez, es un factor potencial desencadenante de los eventos neurálgicos asociados al nervio trigémino.
Básicamente, está asociado al hecho de que uno de los factores desencadenantes de la neuralgia del trigémino es la presión de ciertos puntos en el área del rostro.
Aquí entran frutos secos como las avellanas o almendras garrapiñadas, al igual que ciertos frutos carnosos de pulpa algo dura, como el coco, algunos duraznos, peras y otros. Igualmente, vegetales como la zanahoria cruda.
9. Comidas muy calientes
Al igual que con los alimentos duros o los alimentos muy fríos, como el helado, las altas temperaturas se identifican como uno de los factores disparadores de los eventos de neuralgia del trigémino.
Así que, pese a lo agradable, deliciosa y nutritiva que puede ser una buena sopa o crema caliente, sobre todo en invierno, no es una buena idea para quien sufre de esta afección.